Cuando no todos los miembros del equipo se sienten responsables del producto que tienen entre manos, toca descubrir por qué. Los responsables del producto somos todos. Por ese motivo cuando no existe es sentimiento toca fomentar esa responsabilidad.

Somos un equipo de responsables

¿Qué causas podrían llevar a esta situación eso? ¿Por qué motivo no podrían sentirse todos los miembros de un equipo con la misma responsabilidad hacia su producto o servicio?

En esta entrada te voy a contar lo que hice cuando se me planteó este problema.

La dinámica más adecuada que encontré se llama «El botón de ayuda», aunque cambié algunas cosas para conseguir establecer más debate.


La dinámica

El ejercicio consiste en dibujar un botón en la pizarra, y hacer que el equipo se siente enfrente, en una sola fila o en dos si son muchos. Les expliqué que pulsar el botón significaba entregar nuestra siguiente funcionalidad con el mayor valor posible y con una calidad extrema. ¿Quién iba a apretar el botón? El botón se mantiene apretado mientras todo el equipo lo mira fijamente sin reír, hablar, mirar hacia los lados o hacia atrás. En la dinámica original se establece estar un mínimo de 20 minutos, pero me parecía demasiado 🙂 , así que estuve atenta hasta que pasaron 5 minutos, haciéndoles creer que se acababa porque alguno de ellos había roto las reglas 😉

Tras el ejercicio, preparé cuatro preguntas que repartí en una hoja a cada uno para que contestaran de forma individual y anónima. Lo del anonimato es opcional, suelo preguntar siempre al equipo con el que trabaja y obviamente su respuesta dependen de la confianza que haya entre ellos.

Pregunta 1: En algún momento se me ha pasado por la cabeza: “Si dejo de mirar yo un segundo no pasa nada, total…somos un equipo ¿no?”.

Objetivo: ser consientes que igual que lo piensa uno, lo podemos pensar todos a la vez, entonces tenemos un problema. Comentario destacado que apareció: «Entre nosotros solemos decimos cuando uno tiene un mal día, de forma que acostumbramos estar al corriente.»

Pregunta 2: “No puedo dejar de mirar el botón porque si después falla algo, será mi culpa”

Objetivo: saber cuánto de responsables nos sentimos a nivel individual. Comentario destacado que apareció: «Sabemos que tanto si las cosas van bien como si van mal todos somos los afectados. A veces es imposible no pensar que ese código lo toqué yo…» En este caso es imprescindible que no sólo la persona afectada se vea como responsable de un error, sino que es responsabilidad de todos hacerle ver que cada uno de nosotros ha podido tener algo que ver con el problema surgido.

Pregunta 3: Sabiendo quién ha podido dejar de mirar el botón una vez se ha terminado la actividad, le hubiera comentado que le he visto despistado y si le puedo ayudar en algo.

Objetivo: comentar cuánta confianza nos tenemos para ayudar a quién consideremos. Comentario destacado que apareció: «La confianza la tenemos mayoritariamente entre los miembros del equipo que tenemos más contacto en el día a día». Eso es real, aunque no queramos. En nuestro somos 12 y nos sentamos en una mesa larga organizados tal y como decidió el equipo, por los roles más afines a la hora de comunicarse. Inevitablemente el contacto entre las dos puntas de la mesa es complicado y la confianza menor.

Pregunta 4: (Imagínate haber sido tú el que se ha “despistado”) ¿Hablarías de esto con tu responsable en un one to one?

Objetivo: tener claro la confianza con el responsable en estas situaciones. Comentario destacado que apareció: «Una de las características de una persona responsable es estar atenta a ver si hay alguien le necesite y quiera ser ayudado». Muchas veces el responsable no ve todo lo que pasa, y es importante que el propio equipo le haga saber las cosas para poder encontrar la solución más adecuada.

Resultado de las preguntas

Tras comentar el resultado de las preguntas, quise dejar el debate abierto por si alguno de los presentes había notado alguna situación cercana donde aplicara lo que acabábamos de hablar. Y lo hicieron una vez más: me sorprendieron gratamente.

Tuvimos una discusión satisfactoria después de que el responsable nos confesara que a veces sentía que el resto del equipo no tenía el mismo sentimiento de urgencia que él por lo que hacía al producto y las entregas. Esto derivó en conclusiones muy interesantes, pero una a tener muy en cuenta: en ocasiones es la misma organización la que da por supuesto que el líder del equipo es el que toma la responsabilidad. ¿Pero por qué? En muchos casos los actuales líderes son antiguos responsables en culturas menos flexibles, y eso confunde, incluso al mismo equipo, si no se tiene un conocimiento claro de la cultura de liderazgo que muchas empresas están adoptando.

Resultados

Como acción a la conclusión a la que llegamos, decidieron que una persona del equipo de desarrollo iría voluntariamente a reuniones semanales que el líder tiene con los responsables del departamento. De esta manera esperamos que el equipo sea más consciente de la urgencia de algunos temas, como se tratan, qué se nos pide, etc…, que se sientan igual de implicados. Y por otro lado fomentaremos la transparencia hacia el resto del equipo sobre cualquier tema que les implique.

También surgieron algunas dudas sobre quién es realmente el responsable del producto. Puede que exista una figura que sea la persona que deba dar las explicaciones oportunas a niveles de responsabilidad más altos en la organización, pero todos somos responsables del producto como tal, de preocuparnos por su calidad pero también por sus entregas y por cumplir un roadmap.

Os animo a probar la dinámica, y así luego me comentáis qué tal ha ido.

Apuntes

Os dejo esta cita y la entrada de donde la he sacado porque me ha parecido muy interesante:

It takes collaboration and help from others to live up to an accountability

https://www.scrum.org/resources/blog/accountability-quality-agile
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